Instituto Cristífero

“Para ser testimonio del Amor del Padre para y desde el mundo”

Para saber votar hay que saber elegir (P.O.Hesayne - 18 de Octubre de 2015)

Un obispo argentino del sur patagónico ha expresado en forma lacónica pero precisa, como un axioma, que para saber votar hay que saber elegir. Para saber elegir hay que tener una escala de valores humanos. Y el valor humano de modo particular para los dirigentes de la sociedad en todos los órdenes, es el valor ético. En un dirigente que haga profesión de cristiano es el testimonio de ética evangélica… Su vida pública ha de ser un espejo de su vida privada. Porque lo que mancha al ser humano es lo que sale del corazón, ha insistido Jesús en su enseñanza evangélica.-

Juan Pablo II es terminante. Las exigencias éticas en todos los órdenes y sectores de la sociedad humana no son temas opinables. No se discuten, son inherentes a la condición humana. “Si no hay ética el desarrollo será salvaje”.

Entonces, nosotros los argentinos que soñamos con una Nación de hermanas y hermanos, una Nación solidaria, justa, y abierta al mundo como lo fue en algún momento, granero del mundo, necesitamos dirigentes que a todas sus opciones políticas las generen en corazones con opción clara y solidaria por los Derechos Humanos sin tergiversaciones ideológicas de ningún signo.

Nosotros pueblo argentino, se contenta con una esperanza en cada elección de dirigentes, con la esperanza de una Argentina soñada o se pone a construir la Argentina que se anhela, sembrando en futuros dirigentes los valores éticos indispensables para que la Argentina soñada y anhelada sea una realidad en un futuro próximo.

En concreto, debemos formar a nuestra juventud, chicas y muchachos en valores éticos insustituibles para vivir una sociedad humana y humanizante:

  1. Primacía de la vida sobre cualquier otro valor.
  2. Primacía de la persona sobre todo poder.
  3. Primacía de la ética sobre la técnica.
  4. Primacía del trabajo sobre el capital.
  5. Primacía de la justicia hecha en el amor fraterno sobre cualquier otra propuesta interesada[1].

No sólo se están operando cambios rápidos, desconcertantes y profundos en nuestra época. En realidad, vivimos ya un cambio de época. Hace cincuenta años el entonces Pablo VI elevó su voz profética advirtiendo que no bastan estructuras nuevas si no las conducen, las animan, Hombres Nuevos.

¡Argentinos! Mujeres y Varones, adultos y ancianos, ya construyamos el futuro inmediato despertando en nuestra juventud, chicas y muchachos el interés por una cultura política humana y humanizante.

Es un verdadero desafío que busca confrontar y desterrar el desencanto que vive nuestro pueblo principalmente en su juventud frente a la casi globalización de la corrupción. Nosotros, argentinos cristianos, con hombres y mujeres de buena voluntad presentemos un nuevo modelo de nación no sólo con palabras, sino con hechos de una solidaridad hecha en el amor y globalizada.

 

                                                                                  Miguel Esteban Hesayne

                                                                                    mehm@fibertel.com.ar

 


[1] Recomiendo el Libro de Gregorio Iriarte Neoliberalismo, post-modernidad, globalización. Editorial Guadalupe.